El área de Punta Entinas presenta interés desde el punto de vista faunístico, botánico y paisajístico. Localizada en el extremo suroccidental de la provincia, entre los términos municipales de El Ejido y Roquetas de Mar, se extiende a lo largo de una franja de cerca de un kilómetro de anchura, entre la línea de costa y los relieves de los Alcores salpicada de pequeñas charcas donde encuentra abrigo una rica comunidad de aves acuáticas.
Se accede a este paraje por la carretera comarcal de Roquetas de Mar al faro de la Punta del Sabinal, que bordea la urbanización de Roquetas; o bien por la carretera de El Ejido a la urbanización de Almerimar. Estas dos vías están comunicadas entre sí por un camino que limita por el Norte todo el espacio y que facilita notablemente su visita.
El núcleo de población más próximo al espacio, es Roquetas de Mar con 13.000 habitantes, situado en una amplia llanura en el extremo occidental de la bahía de Almería, a 20 kilómetros de la capital. De vocación compartida entre agricultura y turismo, posee un puerto pesquero, utilizado también para uso deportivo. La gran afluencia turística hacia esta área, posibilita la existencia de amplia oferta tanto hotelera como de apartamentos, a la que se suma la existencia de un camping dentro de la urbanización de Almerimar y dos campos de golf, en Almerimar y Playa Serena.
La escasa calidad de las tierras marismeñas y la falta de agua dulce da lugar a que sólo el 5% del espacio se encuentre cultivado, aunque en las zonas limítrofes, Campo de Dalias, los extensos cultivos de invernadero constituyen la principal fuente de riqueza provincial.
Los valores estéticos de las marismas y del matorral mediterráneo, se mantienen, a pesar de la competencia antiecológica que representa el nuevo “mar de plástico” y las urbanizaciones que se desarrollan en su entorno.
El clima viene condicionado por la proximidad del mar, con temperaturas suaves y elevada humedad relativa. Los fuertes vientos de Poniente y el alto índice de insolación, son los factores que lo conforman.
Geológicamente encontramos una playa constituida por arenas y gravas actualmente en fase regresiva, de pequeña amplitud, que pasa directamente a un cordón de dunas litorales estabilizadas por una rica vegetación de matorral mediterráneo. Entre la formación de dunas y los relieves de los alcores (antigua línea de costa) aparecen una serie de charcas marismeñas donde se depositan limos y arcillas. Finalmente, encontramos el relieve de los alcores formado por calcarenitas donde se encajan las terrazas marinas cuaternarias. La orla de dunas fijas que se extienden desde Punta Entinas a Punta del Sabinal, aparece colonizada por una espléndida vegetación de matorral mediterráneo de gran porte, caracterizado por la presencia de lentisco o entina (que da su denominación a Punta Entinas) y la sabina negra o sabina mora (que da denominación al Faro del Sabinal). Este gran conglomerado de arbustos facilita el desarrollo de gran número de especies fruticosas y herbáceas, así como una comunidad de vertebrados bien conservada y característica del ecosistema subárido mediterráneo.
La relevancia faunística de la zona “Punta Entinas-Sabinar” proviene de la coexistencia de hábitats diferenciados. Por un lado las charcas, que sirven de escala a numerosas especies de aves acuáticas en sus viajes migratorios, y por otro, la franja de dunas, que soporta una rica comunidad de vertebrados.
El complejo Cerrillos-Funta Entinas constituye el ecosistema marismeño más extenso y relevante de la provincia de Almería. Una franja de dunas de 500 metros de anchura y que alcanza cotas de siete metros, actúa como soporte de una comunidad de matorral formada por sabinas (“Juniperus phoenicea”) y lentiscos (“Fístacía lentíscus”) que proporcionan cobertura a una comunidad de vertebrados típica del matorral mediterráneo litoral. Detrás del cordón de dunas, interponiéndose entre el lentiscar y la estepa litoral, aparecen llanuras arcillosas encharcables, donde la concentración de cloruros es muy elevada, colonizadas por vegetación halófila, con predominio de salicornia, juncos y carrizos en función de los grados de salinidad. Estas diferentes biocenosis vegetales albergan comunidades faunísticas también distintas: once especies de reptiles, díez de mamíferos y treinta y cuatro de aves han sido descritas recientemente en el sabinal-lentiscar sobre arenas estabilizadas.
El hábitat marismeño en sentido estricto, constituido por los charcones del complejo salinero de Cerrillos y las lagunas endorreicas de Punta Entinas, es un auténtico paraíso ornitológico, con más de ciento cincuenta especies de aves censadas, entre las que predominan un gran número de aves migradoras durante el otoño. Sobre la estepa litoral de gramíneas, casi enteramente ocupada por los cultivos de invernadero, una pobre comunidad ornítica de aláudidos constituye una reliquia de la fauna autóctona, en la que abundaron hasta época reciente alcaravanes (“Burhinus oedicnemus”`), sisones (“Otis tetrax”), chorlitos dorados (“Pluvialis apricaria”), y ortegas (“Pterocíes orientalis”) que todavía invernan en pequeño número en el área.
La visita al espacio de Punta Entinas comienza en la urbanización de Playa Serena, a la que se accede desde Roquetas de Mar.
Inmediatamente después de tomar el desvío de la urbanización, nos dirigimos a Poniente, bordeando el campo de golf, provisto de pequeñas charcas artificiales que sirven como refugio a diversas aves acuáticas, entre las que destacan las fochas. Desde aquí, continúa el recurrido a través de un carril que circunda las salinas viejas de Cerrillos, con un trayecto aproximado de 4 kilómetros. A le largo del mismo, se pueden observar multitud de especies de aves, como flamencos, patos colorados patos cucharas, porrón común, cormoranes, garzas reales, avocetas, agujas y numerosas especies de gaviotas y limícolas. Regresamos de nuevo a la carretera asfaltada, a través del dique de separación de los charcones, llamando la atención la presencia, en éstos, de mujos de grandes dimensiones.
De nuevo en la carretera, encontramos a la izquierda el desvío al faro de Punta Entinas, enclave de espléndida belleza donde se puede practicar la pesca, la fotografía y la arqueología submarina. A continuación, aparece la vegetación arbustiva de lentiscos y sabinas, que coloniza las dunas. El camino, limitado por los invernaderos, que transcurre paralelo a la costa nos permite acceder a la franja de vegetación en cualquier punto. Visita que se lleva a cabo a pie y que aconsejamos realizar.
Más adelante, alcanzamos el charcón de Punta Entinas, ubicado en la llanura litoral, limitado por los alcores. Sus aguas proceden de filtraciones marinas y aportes pluviales, inundándose estacionalmente. Este sirve de refugio invernal y de paso migratorio a numerosas aves acuáticas, llegándose a censar basta 150 especies.
– Por ser un área de vegetación relictica se aconseja la máxima prudencia ante el riesgo potencial de incendio.
– La época ideal para las visitas ornitológicas está comprendida entre los meses de abril a octubre.
– El respeto hacia el medio exige no circular con vehículo de motor dentro del espacio.
– La observación de la ornitofauna aconseja el uso de prismáticos y de cámara fotográfica.
– Se aconseja ir provisto de “repelente” para mosquitos.
“La región de Punta Entinas-Sabinar constituye el futuro parque público natural de la gran comarca agrícola almeriense”.